❤️🔥 EL DESPERTAR
A mis 19 años, en diciembre del 2016, se me presentó por primera vez una oportunidad en el mundo del emprendimiento: una red de mercadeo.
Nunca había trabajado. No conocía el desarrollo personal. Ni siquiera sabía qué era una red de mercadeo.
Pero el joven que me estaba hablando, aunque no tenía los resultados aún, tenía un fuego en los ojos que me hizo confiar. Me mostró un camino que no sabía que era posible. Lo escuché hablar con una convicción que nunca había sentido. Y, aunque yo estaba estudiando Administración de Empresas en la universidad en ese momento, la información que él compartió era algo que no se hablaba en la universidad.
Supe que esa persona iba a ser grande, y en ese momento decidí no despegarme de él.
Para entrar al negocio había que invertir $1,500 que no tenía. Usé el dinero de la beca. Y en menos de quince días, ya los había recuperado. Para finales del año, decidí no regresar a la universidad. Sentí que mi verdadero camino apenas comenzaba.
🗡️ EL NACIMIENTO DE UN GUERRERO
Entrando al 2017 me convertí en un líder dentro de mi organización. Daba entrenamientos de ventas y liderazgo. Me paraba frente a más de 100 personas en tarima con un solo propósito: transmitir visión como esa persona lo hizo conmigo. Vivía con pasión.
Pero todo cambió cuando el huracán María azotó Puerto Rico.
La fábrica cerró. La organización colapsó. Mi mentor se mudó del país. Y yo, después de un año de trabajo duro, no tenía más de $100 ahorrados. Aun así, decidí cumplir la meta que me había hecho ese año: sacar mi Mercedes-Benz.
Lo logré.
Pero ahora tenía que pagar ese carro sin tener ingresos.
Comencé como mesero. Trabajé un mes. Renuncié.
Ese día, camino a casa, lo único que pensaba era:
“¿Cómo llegué hasta aquí?”
Yo, que había leído libros, enseñado liderazgo, entrenado equipos, que hablaba de la importancia de emprender y no ser empleado… estaba de nuevo como empleado.
No estaba siendo coherente.
💰 EL PRECIO DE LA DESCONEXIÓN
Una semana después estaba hablando con un viejo amigo de la empresa donde trabajaba y me recomendó aplicar para FEMA.
Solicité para trabajar como inspector en FEMA, ayudando a las familias afectadas por el huracán. Me aceptaron. Y 30 días después, ganaba más de $10,000 al mes por primera vez en mi vida. Tenía 20 años. Carro de lujo. Dinero en el banco. Me sentía invencible.
Pero me faltaba algo: un propósito.
Me había alejado del ambiente que formó mi mentalidad. Ya no tenía mentor. Empecé a juntarme con viejas amistades. Descubrí el casino. Al principio era diversión. Empecé a ganar mucho dinero. Me iba a celebrar con mis amigos al strip club. Hasta que empecé a perder. En semanas, perdí todo lo que había ganado.
Todos los casos en FEMA ya habían sido atendidos y me quedé sin trabajo. Tenía una deuda de más de $10,000 que utilicé para tratar de recuperar lo que había perdido en el casino. Volví a quedarme sin dinero, sin trabajo, endeudado y con el carro en peligro de ser embargado.
Conseguí trabajo vendiendo filtros de agua. Ganaba bien, $5,000 mensuales, pero no podía soltar el pasado. Quería recuperar lo perdido en el casino. Cada vez que cobraba, volvía. Y volvía a perder.
Hasta que un día, toqué fondo.
Había perdido más de $50,000 dólares, caí en depresión, dejé de ir al trabajo, me había rendido ante la vida.
♠️ LAS CARTAS DEL DESTINO
Un amigo, con quien solía ir al casino, me habló del póker. Al principio estaba escéptico, pensaba que era más de lo mismo. Pero me explicó que no era contra el casino, sino contra otros jugadores.
Lo intenté. Me encantó.
Me obsesioné con entender el juego.
Entendiendo el poder de la mentoría, inmediatamente invertí en los mejores cursos de los mejores jugadores del mundo.
Empecé a ganar muchos torneos. Me empezaron a invitar a torneos exclusivos. Me empezaron a auspiciar las personas más grandes del póker en Puerto Rico. Llegué a ser número uno en el ranking de Puerto Rico por cuatro veces seguidas. Me iba increíble.
Pero no había sanado mis heridas.
Y lo no sanado… se repite.
♠️ MI MUERTE
Volví al casino a tratar una vez más de recuperar lo perdido.
Perdí todo. Otra vez.
Empecé a pedir prestado otra vez. Perdí auspicios. No tenía trabajo. No tenía dinero para jugar póker. Encontré las apuestas de deporte y decidí apostarlo todo con las esperanzas de recuperarlo todo… Perdí lo poco que tenía. Perdí mi carro y eventualmente mi casa.
Viví en la casa de un amigo por cuatro meses.
⚔️ EL RENACIMIENTO
En ese momento, un viejo amigo me invitó a un evento de crecimiento personal que iba a dar mi antiguo mentor. Acepté. Y por primera vez en años, pude ver con claridad qué me había pasado.
Me había alejado de:
- El ambiente correcto
- Del mentor
- Del propósito
Volví a conectarme.
Hablé con mi antiguo mentor.
Encontré las creencias limitantes que me estaban saboteando.
Sané mis heridas.
Volví a recibir dirección. Encontré mi propósito.
Y desde ahí comenzó mi despertar.
Comencé a usar todos mis aprendizajes y fracasos para construir algo nuevo:
- Dirigí restaurantes que facturaban más de $1,000,000 al año.
- Manejé propiedades valoradas en más de $1,000,000.
- Comencé a hacer mentorías.
- Construí un equipo.
- Lancé mi marca personal.
- Me mudé a una mansión.
Todo porque me volví a alinear a mi propósito.
🛡 EL LEGADO
Quiero ayudarte a ti a lograr lo mismo.
A salir de la confusión, de la falta de dirección, del piloto automático.
Quiero ayudarte a encontrar tu propósito, crear tu visión y ejecutar con fuerza.
Quiero darte el mentor y el ambiente que yo no tuve por años.
Y quiero construir negocios, libertad y legado contigo.
Esto no es un curso.
Es un llamado.
Bienvenido a House of Legacy.
— Fabian Soler
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Disclaimer: En House of Legacy creemos en el poder de la mentoría, pero también en la ley del esfuerzo. Aquí no prometemos milagros: enseñamos principios. Tus resultados dependerán de tu nivel de conciencia, intención y acción. Si estás listo para asumir el control de tu vida, este es tu lugar. Si esperas que alguien lo haga por ti, esta mentoría no es para ti.